Dentro de este grupo convivimos muchos formuleros con gustos tales como (enuncio, y espero no dejarme a ninguno):

Alonso, Vettel, Räikkönen, Rosberg, Pérez, Bottas, Bianchi, Grosjean, Hulkenberg, Glock, Schumacher, Senna, Prost, Hunt, Lauda, Kubica, Ferrari, Lotus, McLaren, Sauber o Williams.

Jamás hemos tenido ningún problema y nos hemos respetado, cada uno con nuestra opinión y nuestros gustos siempre, pero sin ningunear, ofender, menospreciar, rebajar o recurrir al insulto, como tan de moda está últimamente. Ah, y siempre con humor y riéndonos nosotros mismos del piloto que apoyamos (Bueno, tanto como reír no, que luego nos entienden mal y nos bloquean).

Pero fuera de aquí y gracias a la doctrina que tenemos impuesta en ciertos medios nacionales, podemos encontrar varias perlas como las siguientes:

"Ralf Schumacher es un imbécil y un maleducado, y no es un insulto, sino un diagnóstico".
"Una cosa es ser diferente y otra muy distinta ser una ameba... insensible y también maleducada".

Que inducen a un país con una tradición futbolera (ahora redirigida hacia este deporte) a cosas como:

"Vettel es un niñato que gana por el coche".
"Pérez es un puto loco, es un kamikaze".
"¿Grosjean? Menudo tipo. No tendría que correr más, es un peligro".

Y frases modelo del radical formulero moderno.

A los que son fan de su piloto los reconoceremos como aquellos que por encima del piloto, disfrutan de la F1 como deporte y no les importa seguir viéndola así abandone o descalifiquen a su piloto.

A los mojabragas los reconoceremos porque son los primeros en utilizar el término enemigo en vez de rival, desprestigian a los rivales, ven conspiración en el box de al lado o simplemente... Bueno, todos me entendéis bien, ¿no?

Esto, por desgracia, no ocurre sólo con el alonsismo, sino que también hay corrientes emergentes con los mismos síntomas en pilotos como Vettel, Räikkönen, Pérez o Maldonado. Y no sólo ocurre en España, sino también en los propios países de estos pilotos. Y son igual de negativas para este deporte.

Cuando el apoyo en tu piloto se convierte en desprestigio a tus rivales, en intransigencia y falta de realidad, has dejado de ser un aficionado a convertirte en un fanático adoctrinado (la secta del -inserte su piloto aquí- ismo). Y, permíteme decirte, que con eso sólo demuestras dos cosas, la primera, que te importa poco el deporte y el fin justifica los medios; y la segunda, que aunque no lo creas así, estás perjudicándolo más que apoyándolo como piensas que haces.

Pero allá cada uno con lo que prefiere y lo que quiere ver, desde aquí (siempre desde el humor) apoyaremos a nuestros pilotos sin desprestigiar a nadie (seremos los primeros en meternos con ellos si lo hacen mal, pero siempre desde el humor, por supuesto), porque aunque nadie diga esto, cuanto más difícil es ganar por la competencia de tus rivales, más orgulloso se puede estar del triunfo.

Os llamamos a recapacitar, a que os toméis esto con humor y lo disfrutéis, que se puede compatibilizar perfectamente sin que sea algo hiriente. Eso es lo que hacemos nosotros siempre y el objetivo que tenemos. Que el respeto es algo fundamental, y que penséis que incluso los más grandes pueden cometer errores sin que eso signifique que están acabados, que es su naturaleza real, o que la culpa es de otro. Coherencia, respeto y humor y todos disfrutaremos de una F1 mucho más entretenida.

Al fin y al cabo, es lo que nos gusta, ¿no?

Viva la F1.

Noisegun

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